Como ya es una costumbre dentro de las competencias pugilísticas en la Olimpiada Nacional, varios medallistas y exolímpicos mexicanos estuvieron presentes como ejemplo de inspiración para los miles de peleadores que año con año se dan cita en la sede que alberga al deporte de la fistiana.
En esta ocasión se dieron cita Joaquín Rocha, Ricardo Delgado, Alfonso Zamora, Héctor López y Mario González, quienes ganaron preseas en diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos. Rocha, notable por su estatura y el hecho de ser el único mexicano que ha alcanzado el podio en los pesos completos, fue aplaudido al momento en que subió a uno de los cuadriláteros rememorando el momento de la obtención de su medalla de bronce en México 68.
Luego siguió Ricardo Delgado, campeón en esa misma edición en los pesos mosca.
Por su parte, Zamora, ganador de la plata en Múnich 1972, fue tremendamente ovacionado, sobretodo porque hizo recordar a varios aficionados veteranos que se congregaron en el Auditorio, por su presencia como púgil profesional en activo en carteleras desarrolladas en Baja California.
Otro de los consentidos de la región y cuyas hazañas como amateur perduran en la memoria de los cachanillas y la gente del vecino estado de California, que hizo acto de presencia, fue Héctor López, quien terminara segundo en Los Ángeles 1984.
El desfile de leyendas por el ring tuvo su cierre con Mario González, medallista de bronce en los Juegos de Seúl 88, quien al igual que sus colegas fue felicitado y saludado por diferentes autoridades como el director general del Instituto del Deporte y la Cultura Física de Baja California, maestro en ciencias Saúl Castro Verdugo.
Varios de ellos actualmente se desempeñan como entrenadores nacionales en el CNAR o en algunos institutos deportivos de los estados, e inclusive, como es el caso de Delgado, se encuentran al frente de organismos como la Asociación de Boxeo Amateur de Quintana Roo.
En esta ocasión se dieron cita Joaquín Rocha, Ricardo Delgado, Alfonso Zamora, Héctor López y Mario González, quienes ganaron preseas en diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos. Rocha, notable por su estatura y el hecho de ser el único mexicano que ha alcanzado el podio en los pesos completos, fue aplaudido al momento en que subió a uno de los cuadriláteros rememorando el momento de la obtención de su medalla de bronce en México 68.
Luego siguió Ricardo Delgado, campeón en esa misma edición en los pesos mosca.
Por su parte, Zamora, ganador de la plata en Múnich 1972, fue tremendamente ovacionado, sobretodo porque hizo recordar a varios aficionados veteranos que se congregaron en el Auditorio, por su presencia como púgil profesional en activo en carteleras desarrolladas en Baja California.
Otro de los consentidos de la región y cuyas hazañas como amateur perduran en la memoria de los cachanillas y la gente del vecino estado de California, que hizo acto de presencia, fue Héctor López, quien terminara segundo en Los Ángeles 1984.
El desfile de leyendas por el ring tuvo su cierre con Mario González, medallista de bronce en los Juegos de Seúl 88, quien al igual que sus colegas fue felicitado y saludado por diferentes autoridades como el director general del Instituto del Deporte y la Cultura Física de Baja California, maestro en ciencias Saúl Castro Verdugo.
Varios de ellos actualmente se desempeñan como entrenadores nacionales en el CNAR o en algunos institutos deportivos de los estados, e inclusive, como es el caso de Delgado, se encuentran al frente de organismos como la Asociación de Boxeo Amateur de Quintana Roo.
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