Entre Las Cuerdas
(Bartock)
Al leer las diversas opiniones y declaraciones de las autoridades, entrenadores, críticos y personas relacionadas al ambiente del boxeo, en muchos medios de comunicación y al ver otras tantas reacciones ante la reciente muerte del peleador del Estado de México, Daniel Aguillón, me llevo a reflexionar lo siguiente:
En el boxeo como en muchas disciplinas deportivas el entrenamiento y preparación, desprovistas de fines y valores concretos, no tiene sentido, ni la ha tenido en ninguna época; Siempre se entrena con un propósito implícito para los entrenadores y para los boxeadores. La preparación de los jóvenes atletas en el boxeo aficionado tiende a la formación integral, al desarrollo pleno de sus capacidades y de su personalidad, fomentando en ellos el valor, el respeto, la honestidad y la solidaridad entre otros valores, en el gran grupo que nosotros llamamos Familia Boxística. Tratando de inculcarlos para orientar su conducta, que les ayudara en el desarrollo de sus vidas, en el entendimiento que un valor es aquello a lo que una persona decide dedicarle toda una vida o parte de ella, porque ello tiene significación en su vida.
Además entendemos que los valores no se imponen, solo se proponen y se ejemplifican vivencialmente, los valores no se decretan, se practican y con ello se convierten en virtudes, logrando así enseñar con el ejemplo. El boxeador se apropia de los valores a través de sus sentimientos, los descubre con la mente y los abraza con sus sentimientos.
Todo entrenamiento y preparación que no es relacionada con la formación de valores, no merece llamarse Entrenamiento, por lo mismo todo entrenador que no lo realiza con este fin, no merece llamarse Entrenador. Ellos deben de mantenerse como ejemplo de autoridad moral y estar en condiciones de proporcionar lo necesario, para que sus boxeadores lleguen al triunfo, no solo en lo deportivo, sino también en su vida cotidiana, proporcionándoles los elementos necesarios para obtener una personalidad y una conducta honesta.
luchaybox@gmail.com
(Bartock)
Al leer las diversas opiniones y declaraciones de las autoridades, entrenadores, críticos y personas relacionadas al ambiente del boxeo, en muchos medios de comunicación y al ver otras tantas reacciones ante la reciente muerte del peleador del Estado de México, Daniel Aguillón, me llevo a reflexionar lo siguiente:
En el boxeo como en muchas disciplinas deportivas el entrenamiento y preparación, desprovistas de fines y valores concretos, no tiene sentido, ni la ha tenido en ninguna época; Siempre se entrena con un propósito implícito para los entrenadores y para los boxeadores. La preparación de los jóvenes atletas en el boxeo aficionado tiende a la formación integral, al desarrollo pleno de sus capacidades y de su personalidad, fomentando en ellos el valor, el respeto, la honestidad y la solidaridad entre otros valores, en el gran grupo que nosotros llamamos Familia Boxística. Tratando de inculcarlos para orientar su conducta, que les ayudara en el desarrollo de sus vidas, en el entendimiento que un valor es aquello a lo que una persona decide dedicarle toda una vida o parte de ella, porque ello tiene significación en su vida.
Además entendemos que los valores no se imponen, solo se proponen y se ejemplifican vivencialmente, los valores no se decretan, se practican y con ello se convierten en virtudes, logrando así enseñar con el ejemplo. El boxeador se apropia de los valores a través de sus sentimientos, los descubre con la mente y los abraza con sus sentimientos.
Todo entrenamiento y preparación que no es relacionada con la formación de valores, no merece llamarse Entrenamiento, por lo mismo todo entrenador que no lo realiza con este fin, no merece llamarse Entrenador. Ellos deben de mantenerse como ejemplo de autoridad moral y estar en condiciones de proporcionar lo necesario, para que sus boxeadores lleguen al triunfo, no solo en lo deportivo, sino también en su vida cotidiana, proporcionándoles los elementos necesarios para obtener una personalidad y una conducta honesta.
luchaybox@gmail.com
(Publicado en El Sol De Zacatecas)
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