27 feb 2011

Ricardo "El Pajarito" Moreno


Desde la Tribuna

Fernando Páramo
Al saber que Ricardo "Pajarito" Moreno había muerto, empece a hacer memoria de mi abuelo, de mi padre y de mi pasado. Eso sucede más a menudo, conforme pasa el tiempo.
Recordé a mi abuelo, porque como muchos en su epoca, hablaba del "Pajarito" Moreno como se habla hoy día de cualquier ídolo deportivo.
Recordé a mi padre, pues junto con el, conocí mas sobre la historia del hombre nacido en Zacatecas, radicado en varias ciudades y, finalmente, fallecido en Durango.
Recordé el pasado, allá por 1988 cuando junto con otros periodistas y hombres de negocios de Los Angeles, organizamos un homenaje para recaudar fondos para el popular exboxeador retirado en 1967 luego de un récord profesional en 60 triunfos, con 59 nocauts, 12 derrotas y un empate.
Ya para entonces, la suerte le había dado tanto la espalda a Moreno que, lo recaudado con el proposito de construirle una pequena vivienda en Zacatecas ($5,000), se perdio de una manera ingenua: para asegurarnos que el dinero no fuera a desaparecer entre los que lo traían desde Zacatecas para el homenaje, se lo entregamos al entonces Gobernador del estado Borrego Estrada, quien prometió también ayudar al "Pajarito" y entre discurso y discurso, jamás se ocupó ya de la vivienda del peleador, quien ya para entonces difícilmente se acordaba ni quien era.
Ese era ya el destino del "Pajarito". Y eso, quizas fue lo unico bien que hizo el destino: quitarle la memoria y la conciencia de quien había sido, pues dudo que entre la demencia, los estragos del alcohol y los danos de los golpes, se acordara primero de su antigua popularidad, de sus antiguos lujos y finalmente, del hecho de que lo había perdido todo en la vida, salvo la estimación de muchos que lo seguian cuidando como un familiar cercano.
Ruben Dario lo dijo bien cuando expreso en su poesía Lo Fatal:
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no ser nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
!y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos...!
Ricardo lo tuvo todo en sus mejores dias: dinero, una enorme popularidad entre los aficionados al boxeo y, más aun, entre las mujeres bellas de la época.
Tuvo, en sus mejores días, una lujosa casa en el Pedregal de San Angel, autos convertibles y las bellezas del momento de la farandula mexicana. Tuvo tambien su pegue con las gringuitas que lo vieron pelear en California.
Tuvo todo y perdió todo. Para su suerte, repito, lo perdió junto con la conciencia, llegando hasta el afamado manicomio de La Castañeda, para luego salir a vagar por el mundo, viviendo de la caridad y durmiendo de la bondad de quien le diera un rincón de casa, de gimnacio o de techo para dormir.
Hace diez anos, en un arranque de locura, en Zacatecas, dañó la propiedad de un amigo y fue a parar a la cárcel el 29 de agosto. Cinco meses después de entrar a la carcel, fue rescatado por integrantes de la Asociación de Exboxeadores de Durango, quienes adquirieron su custodia legal y trataron de proporcionarle asistencia psiquiátrica para su recuperación.
Ya para entonces, Moreno estaba más allá de la posibilidad de recuperación alguna.
La historia dira que el "Pajarito" murió el 24 de junio del 2008, pero estará equivocada. Ricardo Moreno murió hace tiempo y quizas ni él, supo cuando.
Descanse en paz Ricardo "Pajarito" Moreno
HASTA la próxima.

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