Fotos: Édgar Chávez
Con cinco títulos estatales de boxeo en su poder, Édgar David "El Bole" Romero, se ha ido consolidando poco a poco como unos de los deportistas zacatecanos de mayor renombre al día de hoy.
El Bole, de 26 años, se ha dedicado durante 10 años al pugilismo, periodo en el que ha destacado por los premios que ha obtenidos y sus resultados en combate.
A lo largo de su carrera ha tenido 50 peleas, de las cuales ha perdido 10 y no ha obtenido empates, por lo que el resto son victorias.
Como fruto de su constante dedicación y esfuerzo cotidiano, ha sido campeón estatal en cinco ocasiones, lo que le ha llevado representar al estado en torneos nacionales en dos ocasiones.
En 2008 viajó a la ciudad de México para competir entre los mejores pugilistas nacionales y en 2009 representó al estado en Veracruz.
Pese a que los resultados a nivel nacional no han sido los mejores, El Bole se dice satisfecho con sus logros y que continuará preparándose para ser mejor cada día y ganarse aún más el reconocimiento de la gente.
Sus inicios
Édgar David inició su camino en el boxeo a los 16 años. Aunque él considera que le llegó tarde su interés por el pugilismo, los resultados le han dado buena cara.
El Bole comenzó a asistir al Gimnasio Marcelino González por las pláticas que tenía con su padre acerca del deporte; por él le nació el interés por los guantes.
Luego fueron los amigos, los que en aquel entonces le invitaban a ver los entrenamientos y después de dos meses se inscribió. Desde entonces ha sido entrenado por Pedro Martínez Delgado.
“Luego comencé asistir diario hasta el día en que debuté; mi primera pelea fue con Jan Carlo Aparicio El Sireno Jr. Aunque perdí esa pelea considero que fue pareja”, dijo El Bole. De ahí en adelante su esmero creció y pese a que en ningún momento ha recibido un tipo de apoyo económico, ha buscado la forma de solventar sus gastos.
Al fin decide abandonar la escuela para ponerse a trabajar para continuar su carrera como pugilista.
Es por eso que comenzó a trabajar de bolero, de donde proviene su seudónimo. A la par, desde hace cuatro años también labora como guardia en una discoteca.
“Para mí el boxeo es bonito y mi padre era de la misma opinión; es algo por lo que luchas y te gusta y nunca se acaba la pasión; para mí simplemente es bonito y lo hago con gusto, y creo que a todos los que nos gustan los golpes es especial”, agregó Édgar.
Pero no todo fue fácil, hubo un momento en que casi tira la toalla; el 3 de marzo de 2006 fallece su padre, lo que lo orilló a pensar en dejar los guantes.
Sin embargo, tuvo el apoyo de una persona muy especial para él, el ánimo de su novia Elsy Yaneth, a quien considera parte importante en su carrera.
Además del apoyo que siempre le ha ofrecido su preparador don Pedro.
Es así como El Bole ha llegado a ser quien es y ni la sinusitis que padece, el hecho de que una vez se le dislocó el hombro y las heridas en la mano causadas por los golpes le han vencido.
Un consejo a los chavos
Además de ser una gran persona y empeñada en su gusto por el box, El Bole le recomienda a todos los muchachos que comienzan a interesarse en este deporte a que le entren, si de verdad les gusta que le den al costal.
“Yo invito a los que vienen detrás a que destaquen, que le echen ganas; en este deporte uno sólo se forja por medio del sudor propio, a base de golpes, de lucha; al final sé que queda una satisfacción muy grande de hacer lo que a uno le gusta y el reconocimiento de la gente”, dijo El Bole Romero.
Son dos horas las que entrena diario, considera a esta actividad como su único vicio ya que es muy importante su autorrealización, aunque sólo tenga el reconocimiento de la gente del barrio.
“Pero es bonito el reconocimiento y que el día de mañana alguien lo recuerde a uno como pugilista”.
Apoyos
A comparación de hace 10 años el boxeo zacatecano a tenido una caída severa; consideró El Bole Romero.
No hay apoyos, dijo, han cancelado eventos que eran de difusión y competitividad y el reconocimiento siempre es para los mismos.
Aunque hay mucha tela de donde cortar, los pugilistas no caminan porque no hay apoyos por parte de las autoridades deportivas, lamentó.
"Uno quisiera que de menos le dieran a uno para unos tenis al menos para irse a correr, pero no hay interés", dijo El Bole.
Y agregó que en los pocos espacios deportivos les hacen siempre les hacen falta vendas, un short, nuevas manoplas, pero que si no es por el sustento que ellos mismos le dan los espacios desaparecerían.
“Tengo una experiencia muy mala en cuanto apoyos; cuando fui a participar a los nacionales los competidores de los otros estados iban bien uniformados y con el equipo necesario para un deportistas; nosotros íbamos con nuestro short de siempre, con nuestra playera de diario y esto fue porque no recibimos apoyo de nadie, nos rascamos con nuestras propias uñas para cumplir los compromisos", agrego Édgar Romero como un recuerdo de sus victorias.
El Bole, de 26 años, se ha dedicado durante 10 años al pugilismo, periodo en el que ha destacado por los premios que ha obtenidos y sus resultados en combate.
A lo largo de su carrera ha tenido 50 peleas, de las cuales ha perdido 10 y no ha obtenido empates, por lo que el resto son victorias.
Como fruto de su constante dedicación y esfuerzo cotidiano, ha sido campeón estatal en cinco ocasiones, lo que le ha llevado representar al estado en torneos nacionales en dos ocasiones.
En 2008 viajó a la ciudad de México para competir entre los mejores pugilistas nacionales y en 2009 representó al estado en Veracruz.
Pese a que los resultados a nivel nacional no han sido los mejores, El Bole se dice satisfecho con sus logros y que continuará preparándose para ser mejor cada día y ganarse aún más el reconocimiento de la gente.
Sus inicios
Édgar David inició su camino en el boxeo a los 16 años. Aunque él considera que le llegó tarde su interés por el pugilismo, los resultados le han dado buena cara.
El Bole comenzó a asistir al Gimnasio Marcelino González por las pláticas que tenía con su padre acerca del deporte; por él le nació el interés por los guantes.
Luego fueron los amigos, los que en aquel entonces le invitaban a ver los entrenamientos y después de dos meses se inscribió. Desde entonces ha sido entrenado por Pedro Martínez Delgado.
“Luego comencé asistir diario hasta el día en que debuté; mi primera pelea fue con Jan Carlo Aparicio El Sireno Jr. Aunque perdí esa pelea considero que fue pareja”, dijo El Bole. De ahí en adelante su esmero creció y pese a que en ningún momento ha recibido un tipo de apoyo económico, ha buscado la forma de solventar sus gastos.
Al fin decide abandonar la escuela para ponerse a trabajar para continuar su carrera como pugilista.
Es por eso que comenzó a trabajar de bolero, de donde proviene su seudónimo. A la par, desde hace cuatro años también labora como guardia en una discoteca.
“Para mí el boxeo es bonito y mi padre era de la misma opinión; es algo por lo que luchas y te gusta y nunca se acaba la pasión; para mí simplemente es bonito y lo hago con gusto, y creo que a todos los que nos gustan los golpes es especial”, agregó Édgar.
Pero no todo fue fácil, hubo un momento en que casi tira la toalla; el 3 de marzo de 2006 fallece su padre, lo que lo orilló a pensar en dejar los guantes.
Sin embargo, tuvo el apoyo de una persona muy especial para él, el ánimo de su novia Elsy Yaneth, a quien considera parte importante en su carrera.
Además del apoyo que siempre le ha ofrecido su preparador don Pedro.
Es así como El Bole ha llegado a ser quien es y ni la sinusitis que padece, el hecho de que una vez se le dislocó el hombro y las heridas en la mano causadas por los golpes le han vencido.
Un consejo a los chavos
Además de ser una gran persona y empeñada en su gusto por el box, El Bole le recomienda a todos los muchachos que comienzan a interesarse en este deporte a que le entren, si de verdad les gusta que le den al costal.
“Yo invito a los que vienen detrás a que destaquen, que le echen ganas; en este deporte uno sólo se forja por medio del sudor propio, a base de golpes, de lucha; al final sé que queda una satisfacción muy grande de hacer lo que a uno le gusta y el reconocimiento de la gente”, dijo El Bole Romero.
Son dos horas las que entrena diario, considera a esta actividad como su único vicio ya que es muy importante su autorrealización, aunque sólo tenga el reconocimiento de la gente del barrio.
“Pero es bonito el reconocimiento y que el día de mañana alguien lo recuerde a uno como pugilista”.
Apoyos
A comparación de hace 10 años el boxeo zacatecano a tenido una caída severa; consideró El Bole Romero.
No hay apoyos, dijo, han cancelado eventos que eran de difusión y competitividad y el reconocimiento siempre es para los mismos.
Aunque hay mucha tela de donde cortar, los pugilistas no caminan porque no hay apoyos por parte de las autoridades deportivas, lamentó.
"Uno quisiera que de menos le dieran a uno para unos tenis al menos para irse a correr, pero no hay interés", dijo El Bole.
Y agregó que en los pocos espacios deportivos les hacen siempre les hacen falta vendas, un short, nuevas manoplas, pero que si no es por el sustento que ellos mismos le dan los espacios desaparecerían.
“Tengo una experiencia muy mala en cuanto apoyos; cuando fui a participar a los nacionales los competidores de los otros estados iban bien uniformados y con el equipo necesario para un deportistas; nosotros íbamos con nuestro short de siempre, con nuestra playera de diario y esto fue porque no recibimos apoyo de nadie, nos rascamos con nuestras propias uñas para cumplir los compromisos", agrego Édgar Romero como un recuerdo de sus victorias.
1 comentario:
un saludo carnal y si lamentablemente todo los que dices respecto a los apoyos es cierto suerte y ya sabe duro y a la cabeza que el cuerpo cae solo jajaja
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